H acer el amor, además de dar placer orgásmico, tiene premio; es bueno para la salud. Éstos son sus efectos positivos para nuestro organismo:
Corazón. Durante el coito, los valores del ritmo cardíaco y la presión arterial se duplican, debido a la oxitocina, hormona que tiene un efecto cardioprotector. Otras hormonas liberadas en el acto sexual, la testosterona y la DHEA, tienen propiedades similares.
Dolor. Durante el clímax, el cerebro libera, sobre todo en la mujer, endorfinas y corticoesteroides, sustancias con efecto calmante que atenúan el dolor crónico de espalda, de la artritis y de las migrañas.
Sobrepeso. El acto sexual es un ejercicio aeróbico que consume una elevada cantidad de calorías equivalente a ciertos ejercicios físicos para potenciar la musculatura genital.
Ansiedad. Las hormonas liberadas durante el orgasmo calman la ansiedad, además de aplacar las inhibiciones y los temores.
Cáncer. A falta de conformación definitiva, la DHEA y la oxitocina orgásmicas podrían prevenir el cáncer de mama en las mujeres. Para el otro sexo también hay buenas noticias: la eyaculación frecuente reduce el riesgo de cáncer de próstata, según una investigación australiana.
Inmunidad. La actividad sexual regular ayudaría a fortalecer las defensas, como los anticuerpos.
Depresión. Las personas con una gratificante vida sexual son menos propensas a padecer depresión y a tener pensamientos suicidas.
Longevidad. La práctica cotidiana de sexo alarga la esperanza de vida, debido quizás a su enorme beneficio para la mente y el cuerpo.
viernes, 15 de febrero de 2008
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