DEFENDAMOS LA IDENTIDAD DE SAN PEDRO DE MACORIS

Defendamos la identidad de San Pedro de Macorís
San Pedro de Macorís debe enorgullecerse de sus playas


A principio del siglo pasado, San Pedro de Macorís era si no la primera ciudad de importancia en el país, una de las tres principales incluyendo a la Capital, Santo Domingo. Era el tiempo de la Danza de los Millones, donde la industria azucarera estaba en auge y las construcciones de la época eran de las más valiosas arquitectónicamente hablando. Primer aeropuerto en la ría del Higuamo donde acuatizaban las aeronaves y con el Teatro Colón que presentaba los mejores espectáculos que el país podía disfrutar.
Posteriormente a esa época, cuando los ciudadanos del país tenían que sacar su cédula de identidad, los petromacorisanos se enorgullecían de ser Serie 23.
Decían los jóvenes de la época que la serie 23 tenía 18 quilates más que las demás series del país.
Luego vino un periodo de decadencia, sobretodo de la industria azucarera, y últimamente, con la instalación de los parques industriales y zonas francas, San Pedro ha registrado una de las mayores inmigraciones de personas de todas partes del país.
Al parecer, los petromacorisanos de siempre y los neo petromacorisanos no se han percatado del despojo de la identidad de San Pedro que se viene desarrollando sutilmente.
Es por eso que quiero hacerle un llamado de atención a los sectores que hacen opinión pública de la provincia, sobretodo a los comunicadores, otros profesionales, intelectuales, ayuntamientos con sus síndicos y regidores a que se le ponga atención a esto y se preocupen por la identidad de San Pedro que en la actualidad no se identifica ni por la otrora industria azucarera ni por el famoso puerto de carga que hoy serviría muy bien para reparaciones de embarcaciones de calado medio y de recreo.
Actualmente San Pedro es una provincia turística con hermosas playas situadas estratégicamente muy cerca del centro de la ciudad y a pocos minutos de la Capital dominicana. Estas localizaciones han hecho de estas playas un lugar no solo para veranear los fines de semana, sino que cada día se instalan más familias a vivir permanentemente en ellas por la cercanía de ambas ciudades.
Sin embargo, no sentimos que se identifiquen Juan Dolio y Guayacanes, como las playas de San Pedro de Macorís, como cuando se habla de playa Dorada o Sosúa, que todo el mundo las reconoce como pertenecientes a Puerto Plata o las terrenas y las galeras a Samaná.
Otro penoso ejemplo es que los dueños del Resort instalado en la playa Mortero en la desembocadura del Río Soco, le hayan cambiado el nombre original y en estos momentos lo estén vendiendo como “Playa Nueva Romana” y calzada con la firma de “Gran Bahía Príncipe, La Romana”, sin que se hayan levantado voces de protesta por esta barbaridad.
Así como La Romana está orgullosa de su Casa de Campo, La Altagracia por Punta Cana, Cap Cana, El Cortecito y otras, San Pedro en la actualidad debe enorgullecerse también de sus playas y exigirles a todos los inversionistas que se identifiquen con la provincia.
Otra atracción que pertenece a San Pedro son Las Cuevas de las Maravillas, pero éstas también son vendidas como las cuevas que pertenecen a La Romana cuando en verdad están situadas en el municipio de Ramón Santana al igual que la Playa Mortero.
Y por si fuera poco, la ría de Cumayasa que divide políticamente la provincia de La Romana de la de San Pedro, perteneciendo a La Romana el litoral este y a San Pedro el litoral oeste, también han desconocido la territoriedad de San Pedro.
La Comandancia de la Marina de Guerra de Cumayasa está ubicada en el litoral oeste, o sea en la provincia de San Pedro y por lo tanto dicha comandancia debiera reportarle a San Pedro; sin embargo es a la Comandancia de La Romana a quien le reporta y pertenece.
Ojalá que las autoridades de San Pedro: Gobernador, legisladores, regidores y síndicos, así como la sociedad civil, comiencen a hacer opinión pública a que no nos dejemos quitar lo que por derecho nos pertenece y estar orgullosos de que hay otras opciones al desarrollo de San Pedro que no es el tradicional cultivo de la caña de azúcar y su molienda.(jesus feris iglesia)